Cuando el paciente acude a la consulta de un homeópata suele argumentar toda la exposición de su dolencia en base al diagnóstico médico que le han realizado con mayor o menor antelación. A continuación citamos algunas de las patologías diagnosticadas en Alopatía cuyos casos de curación están bien documentados en libros de homeópatas unicistas como los descritos en la sección correspondiente de esta web, en general suele bastar con el simillimum o similar del enfermo para equilibrar su organismo y recuperar la salud, aunque a veces pueden alternarse medicamentos complementarios o algún intercurrente si es necesario, existe un orden en todos ellos que debe respetarse y sólo conoce el Homeópata Unicista; de ahí la garantía del Unicismo en la eficacia, pureza y resultados de su acción. Se debe tener en cuenta que en la Homeopatía Unicista o Clásica muchos términos convencionales pasan a ser características individuales o percepciones propias que siente el enfermo con su enfermedad, veámos algunas dolencias resueltas:
- Trastornos del Sistema Nervioso Central como: Ansiedades, depresiones, traumas psicológicos ocasionados por accidentes, duelo, violencia, malos tratos, shocks emocionales y otros relacionados, ludopatía, fobias sociales, miedo escénico, timidez, inseguridades (afrontación de retos), impotencia, déficit de atención (con o sin hiperactividad), trastornos del desarrollo psicomotor.
- Otros: Déficit del rendimiento deportivo, Insomnio, pesadillas, temores, terrores nocturnos, trastornos somáticos asociados al síndrome de Down, cefaleas, migrañas, vértigos, etc.
- Patologías otorrinolaringológicas, vg: Otitis, acúfenos, vértigos, sinusitis, rinitis, disfonías, laringitis, etc.
- Trastornos respiratorios, hábito tabáquico.
- Dolencias digestivas e intestinales.
- Patologías hepáticas.
- Obesidad, anomalías de la conducta alimentaria (Anorexia, Bulimia).
- Enfermedades renales, incontinencia, vejiga hiperactiva.
- Subfertilidad e infertilidad.
- Patologías circulatorias.
- Fatiga crónica, Fibromialgia, síndromes musculoesqueléticos en general.
- Síndromes dermatológicos y alérgicos.
- Otros: Gripe, fiebre, quemaduras, picaduras de insectos y prevención, aftas bucales, Bruxismo, conjuntivitis, cicatrices, hemorroides, fisuras, exostosis (espolón), intoxicaciones crónicas, cinetosis del viajero, Enuresis, Cuperosis, Halitosis, insolación, metrorragias, sofocos menopáusicos, etc.
El enfermo somatiza su enfermedad -la cual es reconocida en Alopatía por un conjunto de manifestaciones clínicas que adquieren un nombre patológico como los anteriores-. Sin embargo en Homeopatía, como ya hemos visto, tanto el enfermo agudo como el crónico presentan peculiaridades clínicas sólo identificables en la anamnesis homeopática. Ahora el nombre patológico asignado al enfermo es la suma de su Constitución, de su Diátesis y de la coincidencia patogenésica del simillimum; será el retrato robot de una cepa homeopática que le puede ser administrada.
- B.1- Diátesis o modos reaccionales.Hahnemann, percibió que la aplicación del simillimum a un enfermo crónico no bastaba para llegar a la curación definitiva. Los pacientes observados presentaban un conjunto de características comunes a las que denominó Diátesis, terreno o modo reaccional. Uno de estos grupos estudiados encajaba dentro de lo que él denominó diátesis o terreno PSÓRICO; caracterizado por:
- -Frecuentes manifestaciones cutáneas pruriginosas.
- -Periodicidad de los trastornos.
- -Alternancia de manifestaciones a nivel cutáneo, mucoso u órganos internos (Hígado, Sistema vascular, vg: hipertensión, varices, hemorroides, etc) y psiquismo.
- -Tendencia a la convalecencia postrada.
- -Escasa reactividad al medicamento simillimum.Comprobó que estas características eran muy similares a las patogenesias de varios remedios ya experimentados: Sulfur, Arsenicum album, Lycopodium, Calcárea carbónica y Psorinum. Por ello los definió como antipsóricos.
De la misma forma encontró otro gran grupo de enfermos con una forma común de manifestar las enfermedades, la llamó diátesis, terreno o Modo reaccional SICÓTICO; caracterizada por: - -Evolución lenta y progresiva.
- -Proliferación de neoformaciones; sobre todo cutáneas.
- -Retención hídrica .
- -Catarro crónico de las mucosas, frecuente a nivel de las vías urinarias.Estos datos eran similares a las patogenesias de: Thuya occidentalis, Natrum sulfuricum, Nitricum acidum, Sepia, Silícea y, Medorrhinum. Que por ello se consideran antisicóticos.Para Hahnemann la sicosis era producida por la infección gonocócica (Neisseria gonorrhoeae). Pero hoy se describen otros factores que pueden inducir este tipo de reactividad: vacunaciones, seroterapia, tratamientos antibióticos, corticoides, anticoncéptivos e infecciones crónicas.
Existen otras dos diátesis derivadas:-SÍFILIS O LUESIS; procede de la diátesis psórica. Caracterizada por induraciones del tejido linfo-ganglionar, óseo. Y por distrofias y asimetrías. Mercurius y sus sales, así como Fluoricum acidum y Luesinum, se consideran los anitiluéticos.
-TUBERCULÍNICA, derivada también de la diátesis psórica. Es característica de sujetos longilíneos, delgados, friolentos, hipersenssibles, asténicos, nerviosos. Algunos antituberculínicos son: Tuberculinum, Sulfur iodatum.
B.2- Constituciones.
Por último, sólo resta hablar de las constitucionesk del ser humano y su repercusión en el desarrollo de posibles patologías. Aunque este factor es otro más a tener en cuenta dentro de la anamnesis, veremos que existe una alta probabilidad de que el obeso pertenezca a la Constitución Carbónica.La variabilidad en la morfología constitucional puede corresponderse con la ontogenéticaL o desarrollo de las tres capas embrionarias. De esta forma siempre existe el predominio de una de ellas sobre las demás.
-Si predomina la capa endodérmica, hablamos de constitución carbónica o brevilínea, cuya predisposición general está dominada por las enfermedades de la nutrición (órganos o funciones orgánicas correspondientes a la hipertrofia de la capa u hoja endodérmica). Se corresponde con individuos bajitos, gruesos, a veces obesos, con articulaciones hipolaxas; es decir, cuando están en extensión muestran un cierto ángulo interno (brazos, piernas).
MORFOLOGÍA CARBÓNICA: - Altura media-Peso aumentado.
- Rostro cuadrado o redondo; predominio de la parte inferior (boca y mentón).
- Manos en espátula (anchas).
- Dientes cuadrados (predominio del eje horizontal).
- Hipolaxitud ligamentaria.
Se comprueba que los carbonatos benefician de forma especial a esta constitución. Por ejemplo: Calcarea carbónica, Calcárea magnésica, Kali carbonicum, Natrum carbonicum, Barita carbónica, Carbo vegetabilis.-Si predomina la capa mesodérmica, hablamos de la constitución sulfúrica o normolínea que es la más próxima a la constitución ideal. Se caracteriza por una predisposición patológica a eccemas, forúnculos, acné y hemorroides. Con capacidad reactiva rápida y eficaz ante desequilibrios.
MORFOLOGÍA SULFÚRICA: - Altura media-Peso medio.
- Rostro rectangular.
- Manos equilibradas.
- Dientes cuadrados (predominio del eje vertical).
En este caso se obtiene el mayor beneficio con Sulfur y sus sales como sulfatos.
-Si predomina la capa ectodérmica, hablamos de la constitución fosfórica o longilínea; dominada por la patología nerviosa e hipermetabólica. Son individuos altos, delgados. Los miembros en extensión (brazos, piernas) forman casi una línea recta.
MORFOLOGÍA FOSFÓRICA: - Altura media-Peso reducido.
- Rostro triangular-alargado; predominancia de la parte superior (frente).
- Manos largas afiladas.
- Dientes rectangulares (predominio del eje vertical).
- Laxitud ligamentaria relativa.
Se comprueba que los individuos fosfóricos obtienen un alto beneficio de Phosphorus, ácido fosfórico y fosfatos.-Al margen de estas tres constituciones descritas, se menciona una caracterizada por la asimetría o distrofia:Constitución fluórica. Suelen ser individuos pequeños, delgados, con asimetría del rostro y del cuerpo. Hiperlaxitud ligamentosa: los miembros en extensión forman ángulos externos (“veríamos el brazo en extensión cóncavo”). Se benefician en especial de Calcárea fluórica, Natrum fluoricum y los distintos Mercurius.
De todo lo visto hasta este momento, deducimos que para elegir el medicamento homeopático que va a ayudar al enfermo a recuperar su equilibrio orgánico perdido, tendremos que analizar las características constitucionales, su modo reaccional o diátesis y superponerlas con las manifestaciones clínicas recogidas durante la entrevista. Nuestro historial clínico tendrá que ser cubierto por un único medicamento o simillimum. Junto a éste, tendremos que aconsejar una serie de medidas dietoterapéuticas acordes con las costumbres alimenticias del paciente.
El enfermo que acude al homeópata suele estar polimedicado desde hace tiempo. En estos casos no debe dejar el tratamiento convencional sin que su médico lo sepa. Y en todo caso, la Homeopatía actúa a niveles por completo distintos; no interfiriendo en la farmacodinamia o farmacocinética del medicamento convencional.
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